Un camion estaba recorriendo una estrecha calle de periferia, cuando de repente chocópor error con un coche que estaba aparcado al lado de aquella calle. El camionero se paró, salió del coche y vió que habìa nadie por ahì excepto algunos tìos que lo estaban observando por una ventana de un bar. El camionero tomó un papel y un bolìgrafo, escribió un billete, lo dejó sobre el parabrisas del coche chocado, volvió a subir al camión y se fue. Por la ventana del bar las personas hablaron de la correcta manera de portarse del conductor…después de poco tiempo llegó el propietario del coche, notó il billete y lo leyó:
“Esas personas que me estàn mirando creen que yo estoy dejando mi nombre y mi direccióín…no estoy loco!”
Giacomo
lunedì 17 novembre 2008
Iscriviti a:
Commenti sul post (Atom)
Nessun commento:
Posta un commento